En la Ryder Cup, el pĂşblico de Bethpage Black mostrĂł su apoyo a los estadounidenses, a pesar de que el equipo capitaneado por Keegan Bradley enfrenta su mayor desventaja en casi cuatro dĂ©cadas. Los entusiastas neoyorquinos, conocidos por cambiar de bando ante un equipo local en problemas, mantuvieron su energĂa enfocada en animar a los estadounidenses contra los europeos. Rory McIlroy, tras un golpe decisivo en los foursomes de la mañana, respondiĂł a los gritos de la multitud con un beso, mientras enfrentaba abucheos en el primer tee durante los fourballs de la tarde.
Con Europa liderando 8 1/2 a 3 1/2, DeChambeau expresĂł: “Nos encantarĂa darles a los fanáticos más razones para volverse locos, pero creo que eso aĂşn está por llegar”.
Un tema recurrente en la Ryder Cup ha sido el bullicio hacia el equipo europeo. Los aficionados contaron regresivamente a Robert MacIntyre antes de su tiro en el hoyo 17, y uno lo llamó “una gran bolsa de leche”. McIlroy ha sabido manejar la presión de los insultos, aunque ha pedido respeto durante sus tiros.
El desafĂo de los estadounidenses
“Entre tiros, pueden decirme lo que quieran”, comentó McIlroy. “Eso está totalmente bien. Pero solo pido que nos den el respeto de permitirnos hacer nuestros tiros, y que nos den la misma oportunidad que tienen los estadounidenses”.
En este contexto, Europa ha demostrado ser más efectiva en sus golpes. La Ăşltima vez que un equipo liderĂł la Ryder Cup por cinco puntos fue en 1987. El capitán Luke Donald elogiĂł a sus jugadores por cĂłmo han manejado el ambiente hostil en un campo pĂşblico de Long Island, donde se esperaba este tipo de reacciones. “Estoy orgulloso de los chicos, han manejado bien la situaciĂłn en un entorno difĂcil”, afirmĂł Donald.
Ahora queda por ver cómo responderán el número uno del mundo, Scottie Scheffler, y sus compañeros estadounidenses si la multitud decide volverse en su contra.





